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Mostrando entradas de agosto, 2011

El desarrollo de la paciencia

COLOSENSES 3.12-14   En un día cualquiera, podemos encontrar personas y situaciones frustrantes, como un conductor lento, un niño revoltoso, o un compañero de trabajo poco colaborador. Podemos sentir la tentación de estallar de ira, pero Dios quiere que mantengamos la calma y seamos pacientes con todos (1 Ts 5.14). ¿Por qué debemos ser pacientes?

El regalo del perdón

  Colosenses 3.12 -14    Motivado por el amor, Dios proveyó la manera de que nuestros pecados fueran perdonados. Envió a Jesús para ser nuestro salvador; cuando confiamos en su sacrificio expiatorio a favor nuestro, recibimos su regalo del perdón.  Antes de poner la fe en Cristo, estábamos muertos en nuestros pecados, y éramos objetos de la ira divina (Ef 2.1-3). Pero nuestro misericordioso Padre celestial envió a su Hijo Jesús para redimirnos. En la cruz, el salvador tomó sobre sí mismo nuestros pecados y experimentó la furia de Dios por el bien de nosotros. Su muerte nos aseguró el perdón —no había nada que pudiéramos hacer para obtener la aceptación de Dios. Somos salvos por gracia mediante la fe en Cristo y en lo que él realizó (Ef 2.8, 9). Nuestra salvación es un regalo del Padre celestial. 

Los obstáculos de la vida

Josué 1.1-9    Cuando Josué se calzó los grandes czapatos de moisés, enfrentó el mayor reto de su vida: llevar a los israelitas a la tierra Prometida. La responsabilidad era enorme, y por la orden reiterada del señor de "esfuérzate y sé valiente" podemos inferir que Josué probablemente no se sentía a la altura de la tarea.  En un momento u otro, todos enfrentaremos dificultades que parecerán insuperables. La pregunta es: ¿cómo responderemos? algunas personas tratan de abrirse paso a empujones o manipulando las circunstancias, mientras que otras se confunden, se desesperan y se dan por vencidas. Pero el señor quiere que confiemos en él para superar cualquier impedimento. 

Reencuentro con el Señor

Josué 5.13-15   Antes de que triunfemos sobre una situación difícil, Dios con frecuencia nos hace pasar por un tiempo de preparación espiritual. Eso fue lo que sucedió antes de que israel conquistara canaán. Cuando Josué estaba cerca de Jericó pensando en la batalla que enfrentaría, Dios se le apareció. La reacción de Josué ante este nuevo encuentro con Dios puede ayudarnos a aprender cómo debemos responder cuando él habla a nuestro corazón por medio de su Palabra y su Espíritu. Josué se acercó al señor para hablar con él. Se postró sobre su rostro en humildad y sumisión a su autoridad. Pidió más instrucciones: "¿Qué dice mi señor a su siervo?" (v. 14). Obedeció de inmediato. y Josué lo honró porque le temía. El señor siempre anhela reunirse con nosotros, pero lamentablemente muchas veces estamos demasiado ocupados para hacer el esfuerzo de acercarnos a él. Al descuidar su presencia, nos perdemos la oportunidad de recibir su aliento, fortaleza y dirección e...

Para vencer en las pruebas

Hebreos 11.23 -29    Moisés experimentó momentos difíciles en su vida. Huyó de una acusación de homicidio, pasó años en el desierto, confrontó cara a cara un rey que lo despreció, estuvo al frente de una quejumbrosa nación durante 40 años de penalidades, y padeció la deslealtad de esas mismas personas. Pero una vez que Moisés descubrió el secreto de cómo manejar las pruebas, las enfrentó con valentía una a una.  Aunque volvió a Egipto con un llamamiento inequívoco del señor (éx 3.10), aún así debió de haber sido intimidante presentarse en la corte de Faraón. Y Moisés tuvo que pedirle diez veces que dejara ir a los israelitas. El rey no cambió de parecer por las langostas; tampoco fue convencido por la plaga de úlceras, ni por el agua convertida en sangre. De hecho, les hizo la vida aun más difícil a los esclavos, obligándolos a buscar los materiales con que hacían sus ladrillos. Los hebreos, por su parte, fueron muy ingratos con su líder.

Crecer en la fe

Hebreos 5.12-14    Nuestro Padre celestial desea que crezcamos espiritualmente. él nos pone en una escuela de fe, por así decirlo, para enseñarnos a seguirlo. Ayer hablamos de la disciplina de escuchar a Dios. Hoy veremos cuatro prácticas más que son necesarias para vivir una vida en Cristo. Primero, el señor quiere que lo obedezcamos. Algunas de sus enseñanzas son fáciles de seguir, mientras que otras son difíciles.  Elegir nuestro propio camino puede hacernos sentir bien al comienzo, pero el resultado final es siempre el sentimiento de pesar. En cambio, cada acto de obediencia edifica la fe. 

Naturaleza transformada

1 TESALONICENSES 5.21-23   Cuando ponemos nuestra fe en Cristo como nuestro Salvador, el Espíritu Santo viene a morar en nosotros. Ese es el momento de la salvación, cuando nos convertimos en nueva creación. Sin embargo, hasta que cese la vida en este cuerpo terrenal, habrá guerra continua entre los nuevos y los viejos patrones de conducta. Para llevarnos a la victoria, el Señor puede permitir dificultades que nos causen quebrantamiento. Su propósito es liberarnos de nuestra vieja "carne", para que podamos experimentar la plenitud de Cristo.

Nuestra fe aumenta

2 TESALONISENSES 1.3-5 El deseo de Dios es que nuestra fe crezca continuamente al caminar con él. Nunca tuvo la intención de que tuviéramos fe una sola vez con el solo propósito de salvarnos. Cuanto más envejezcamos, mayor deberá ser nuestra fe. Sin embargo, existen cristianos que han permanecido en el mismo nivel de fe toda su vida.